Para comenzar…….. quizá se estarán haciendo estas preguntas: ¿Es necesario prepararse para el matrimonio?, ¿porque tanto tiempo? , ¿no es suficiente estar enamorado/a?
“Desde el comienzo de la creación, Dios los hizo varón y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y los dos se harán una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre” (Mc 10,5-9, cfr Mt 19; Lc 16,18).
Creemos como católicos, que es ahora mas que nunca muy importante, realizar una adecuada preparación para recibir el Sacramento del Matrimonio, solo así descubrirán que con este Sacramento, recibirán la gracia necesaria para realizarse en su vocación matrimonial, reconocerán que esa gracia viene de Dios y que su amor mutuo crecerá y se fortalecerá amando a Dios nuestro Padre creador primero.
Así de esta manera el Sacramento del Matrimonio no es un simple contrato sino que se convierte en una alianza indisoluble para toda la vida entre ustedes dos y Dios .
La mejor forma de estar preparados para recibir este Sacramento del Matrimonio, es conocer lo que la Iglesia Católica enseña acerca del plan de Dios para el matrimonio, la dignidad y santidad del matrimonio y de como yo, soy responsable no solo de amar a mi esposo o esposa sino que debo hacerlo/a santo.
Aprenderán sobre los cuatro pilares del Matrimonio que son, la fe y el acercamiento a Dios, el amor, la comunicación y la sexualidad. Nos enfocamos principalmente en el valor unitivo y procreador del matrimonio desde la teología del cuerpo (Juan Pablo II) y la Planificación Familiar Natural y finalmente algunas habilidades para su vida matrimonial.
El matrimonio cristiano es un signo eficaz de la alianza entre Cristo y la Iglesia. El matrimonio entre bautizados es un sacramento porque significa y confiere la gracia de este pacto. El amor es más que un sentimiento o instinto. En su esencia, el amor es entrega.
En el amor matrimonial, dos personas se dicen consciente y voluntariamente: sólo tú, y para siempre. A las palabras del Señor: “Lo que Dios ha unido” corresponde la promesa de los esposos: “Yo te acepto como mi marido… Yo te acepto como mi mujer… Quiero amarte, cuidarte y honrarte toda mi vida, hasta que la muerte nos separe”.
El sacerdote bendice la alianza que los esposos han sellado entre si ante la presencia de Dios.( Monseñor Gerhard L. Müller)
Los felicitamos por haber tomado mejor la decisión de recibir el “Sacramento del Matrimonio y amarse para toda la vida” y les agradecemos por su confianza